¿Quién podría pasar y no pararse?
A veces en medio del tránsito alado de galaxia en galaxia, invento estaciones astrales junto a las que me dejo ir. Escucho los coros universales, las calladas quietudes del polvo sideral, los tenues brillos de las supernovas...mientras me arrastras de la mano a otra nebulosa. Llegados a este punto, sólo los angeles pueden oir también la música, que es muda pero imaginada hasta la última nota, y que nos transporta, sólo con pensar en ella, a donde el corazón nos lleve.
¿Quien podría escucharla y no viajar, postrado ante tan sublime obra, de rincón en rincón mientras dejamos el corazón en blanco?
Vuelvo a donde salí, vengo de donde fui, vago pero regreso día tras día amamantado por sus anillos...
Acostumbrado a su tenue visión, a la sombra de su rostro, a la umbria cenital sólo rota por el gas de sus orbitas, tantas luces y brillos, tantos pasos y gritos, tanto gasto y exceso, me han dejado ciego.
Me refugio pues a la oscura abrigada de su redondo cuerpo, mientras escucho, de nuevo, la deliciosa sonata de mi gran genio.
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ResponderEliminarTe gusta? Te la dedico...
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminarLo importante de una canción y de una imagen es lo que transmite, la buena sensación que deja en el corazón, en la mente y algunas veces atraviesa el alma. Quizás nos guste tanto la musica¡¡ es otra dimensión?