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No espereis demasiado o más bien nada; sólo si quereis dejaros llevar por la nadería y la abulia durante un ensoñante rato, seguid conectados aquí, donde nada se compra ni se vende, donde no hay reglas, donde haré exacta y absolutamente lo que me de la real gana. Hablaré de lo que me plazca, obviaré lo que no me interese, no me comprometo a nada, tampoco pido ni exijo, tengo principios pero diferentes cada día, cambio de opinión como de camisa...así que, ciudadano del mundo, si te apetece, tu mismo.



sábado, 17 de julio de 2010

CANCIONES QUE ME ALIMENTAN

No hay demasiadas cosas que me gusten de verdad. Una de ellas es descubrir una buena canción. Canciones buenas no hay muchas, pero son inmediatamente reconocibles. Cierto que me llegan más o menos dentro en función del momento personal en el que me encuentre, pero cierto tambien que la calidad va por delante.

Soy bastante ecléctico en la búsqueda, si es que se le puede llamar así a vagar por los recovecos dejandose invadir hasta encontar esa sensación incomparable que producen las canciones únicas; lo mismo me gusta una canción pop, que el rock&roll más duro o auténtico, una buena banda sonora, una de los panchos o el último hit bailable de Lady Gaga: Me da exactamente igual. Eso sí, la canción tiene que conseguir que me entren ganas de saltar y bailar, que se me pongan los pelos de punta o que recuerde momentos de mi vida con el regusto de quien se ilusiona de nuevo.
Como en la caza, siguiendo unos rastros se cruzan otros. Soy un profundo admirador de Ivan Ferreiro, de él, de su estilo y de su música, pero hoy su traza me ha llevado a su hermano Amaro. Genial. Inicio así con su canción "sentimentiras" una serie de entradas en las que os iré ofreciendo canciones que a mi me parecen muy bellas, casi todas relacionadas con el amor y el desamor. Ya sabeis que ésto de la música es subjetivo, pero... éstas son las mías.

Espero que os guste; escuchadla despacio, no se parece a casi nada de lo que se escucha habitualmente, tiene una estructura rarita, y engancha al momento como un vendaval que te arrastra sin remedio. Castíganos, Señor, con muchos huracanes como éste.

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